España se queda sin cazadores: un "colapso" con consecuencias para el campo
Un estudio revela que, en 50 años, ha bajado a la mitad el número de personas que caza y, además, el envejecimiento hace prever un futuro muy negro en pocos años. La caza despierta sentimientos opuestos en nuestra sociedad. Para algunos, tiene una función meramente recreativa basada en la muerte y el sufrimiento animal. Para otros, es un servicio imprescindible que mantiene el equilibrio en la naturaleza. Sin embargo, el debate no suele poner el foco en la propia comunidad de cazadores.