En lugar de educar para no ofender, habría que educar para que las ofensas nos resbalasen (eso es algo que se obtiene cuando ejercitas el pensamiento crítico), ya que por lo general prácticamente todas las ofensas son intencionadas, y en pocas ocasiones proceden del desconocimiento (algo que sería mucho más fácilmente perdonable).
#2 Habría que educar para pensar críticamente si esa ofensa tiene razón, antes de ofenderse. Dijo una vez un humorista que tenía un programa en la tele, que todos los días recibían cartas de ofendiditos. Pero que la cantidad se multiplicaba extraordinariamente si hacían un chiste sobre la religión.
Pero claro, ¿cómo le pides pensamiento crítico a alguien que cree en personajes imaginarios?
Pero claro, ¿cómo le pides pensamiento crítico a alguien que cree en personajes imaginarios?