#1 Vamos a ver, Juanda. No me caes mal, pero creo que no estás entendiendo nada en este asunto.
La inmigración es un fenómeno que tiene varias características, y debes tener todas en cuenta para que tú país no acabe a medio y largo plazo roto por los conflictos étnicos. La primera y más obvia es diferenciar regular de la irregular. La segunda es la diferencia cultural entre los que llegan y los locales. La tercera es el nivel de formación medio de los que entran.
Por circunstancias conozco a muchos italianos viviendo en Madrid y son indistinguibles de los españoles no solo en lo físico, sino también en lo cultural. Madrid podría recibir un millón de italianos que salvo tensionar aún más el mercado inmobiliario (no es un asunto menor dicho sea de paso), no generarían sensación de invasión entre los madrileños.
Si entran de golpe un millón de latinos, chinos o rumanos, ya habría quién perciba problemas, pero todavía no habría movilizaciones de los locales.
Si metes un millón de chechenos, pakistaníes o mauritanos, lo que tendrás a corto plazo en los locales es pánico y medio o largo plazo quizá hasta una guerra. Estos grupos vivirán en guettos y montarán sociedades paralelas.
El problema es querer meter todo tipo de inmigración e inmigrantes en el mismo saco. Es un error garrafal. Es no entender que los seres humanos nos movemos también por identidades y religiones que compiten por controlar el espacio público y político.
#3 Gracias por no caerte mal, lo mismo digo. Igual no entienda las cosas como las entiendas tú, porque inmigración hubo, hay y habrá siempre y la solución que siempre se le intenta dar es poner puertas al campo. La gente que tiene necesidades va a migrar, porque entre morir o no poder dar de comer a tu familia se marchará a otro lugar por muy restrictivas que sean las normas del país destino. Al igual que los europeos hicieron en la segunda guerra o los españoles en la guerra civil, los que podían ser marchaban.
Y los políticos tienen como solución facilona culpar a la inmigración de todos los males de la sociedad y lamentablemente muchos se tragan ese mensaje de odio publicando a diestro y siniestro el más mínimo altercado con inmigrantes para excusar la razón del político de turno.
Ya somos un mundo bastante global para llevar miserias a otros países en forma de empresas exploradoras de trabajadores en Asia, expoliar recuerdos en África y Latinoamérica, llevar guerras donde haya petroleo... Pero luego si sus habitantes quieren buscar una vida mejor les cerramos puertas, pero para llevar paz o bienestar, para eso ya no somos globales.
En fin, igual eres tú quien no parece que no entiendas el problema de apuntar culpables de la inmigración
#4 Mencionas varios puntos que requerirían una respuesta individual, pero voy a zanjar este asunto con la siguiente afirmación.
Si permites la entrada de mucha gente muy diferente a la población local sin consultar a esa misma población local, lo que vas a tener es una guerra.
Llegado el momento, si nos toca vivir ese conflicto tendremos que elegir bando. No se podrá ser neutral. Espero que llegado ese momento estemos a la altura de las circunstancias y consigamos sobrevivir.
#5 En muchos países latinoamericanos se mezclaron judios, alemanes, europeos de casi todos los países, árabes, musulmanes... y que yo sepa no han tenido ninguna guerra interna, en Argentina, como en Brasil, como en Perú con la inmigración japonesa, ... no, de guerra nada.
#7 El 90% de los argentinos descienden de las grandes migraciones, y eso que se mezclaron infinidad de alemanes y judíos, Y gran parte fueron de muchos países musulmanes. En argentina es fácil encontrar iglesias de casi todas las religiones en casi todas las ciudades ... y no hay guerras ni los conflictos que "publicitan".
Los únicos que tuvieron afán de conquista fueron los ingleses, portugueses, franceses y españoles, de hecho Buenos Aires pasó por todas esas manos y más de una vez.
No, la solución al problema de la inmigración, si es que es un problema por que así lo quieren mostrar, no es poner cerrar fronteras.
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La inmigración es un fenómeno que tiene varias características, y debes tener todas en cuenta para que tú país no acabe a medio y largo plazo roto por los conflictos étnicos. La primera y más obvia es diferenciar regular de la irregular. La segunda es la diferencia cultural entre los que llegan y los locales. La tercera es el nivel de formación medio de los que entran.
Por circunstancias conozco a muchos italianos viviendo en Madrid y son indistinguibles de los españoles no solo en lo físico, sino también en lo cultural. Madrid podría recibir un millón de italianos que salvo tensionar aún más el mercado inmobiliario (no es un asunto menor dicho sea de paso), no generarían sensación de invasión entre los madrileños.
Si entran de golpe un millón de latinos, chinos o rumanos, ya habría quién perciba problemas, pero todavía no habría movilizaciones de los locales.
Si metes un millón de chechenos, pakistaníes o mauritanos, lo que tendrás a corto plazo en los locales es pánico y medio o largo plazo quizá hasta una guerra. Estos grupos vivirán en guettos y montarán sociedades paralelas.
El problema es querer meter todo tipo de inmigración e inmigrantes en el mismo saco. Es un error garrafal. Es no entender que los seres humanos nos movemos también por identidades y religiones que compiten por controlar el espacio público y político.
Y los políticos tienen como solución facilona culpar a la inmigración de todos los males de la sociedad y lamentablemente muchos se tragan ese mensaje de odio publicando a diestro y siniestro el más mínimo altercado con inmigrantes para excusar la razón del político de turno.
Ya somos un mundo bastante global para llevar miserias a otros países en forma de empresas exploradoras de trabajadores en Asia, expoliar recuerdos en África y Latinoamérica, llevar guerras donde haya petroleo... Pero luego si sus habitantes quieren buscar una vida mejor les cerramos puertas, pero para llevar paz o bienestar, para eso ya no somos globales.
En fin, igual eres tú quien no parece que no entiendas el problema de apuntar culpables de la inmigración
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Si permites la entrada de mucha gente muy diferente a la población local sin consultar a esa misma población local, lo que vas a tener es una guerra.
Llegado el momento, si nos toca vivir ese conflicto tendremos que elegir bando. No se podrá ser neutral. Espero que llegado ese momento estemos a la altura de las circunstancias y consigamos sobrevivir.
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La religión judía no tiene la pretensión de dominación mundial por conversión.
Los japoneses en su mayoría no siguen religiones incompatibles con el cristianismo.
De cualquier modo, ninguno de esos grupos significó un porcentaje significativo en el total del país.
Generalmente los problemas comienzan cuando la etnia no integrada rebasa el 20 30% del total.
Los únicos que tuvieron afán de conquista fueron los ingleses, portugueses, franceses y españoles, de hecho Buenos Aires pasó por todas esas manos y más de una vez.
No, la solución al problema de la inmigración, si es que es un problema por que así lo quieren mostrar, no es poner cerrar fronteras.
La inmensa mayoría de la inmigración a Argentina fue cristiana.