El último tormento de los galgos
La proliferación de robos de perros lleva a sus propietarios a encerrarlos en habitáculos oscuros. Los ladrones roban sementales o los que mejor cazan. Esta reclusión, que machaca psicológicamente a los animales, se suma a la espiral de abandono y crueldad que sufre esta raza criada para correr, cazar y morir.