#33 en realidad si que se puede obligar a los demás a dirigirnos como nosotros queramos, lo hacemos todos los días. No vamos llamando a la gente como nos viene en gana, los llamamos como ellos nos dicen que se llaman. Y si lo hiciéramos, y además si lo hiciéramos reiteradamente como lo hace ese profesor, pues sencillamente nos llevaríamos tandas de tortas, denuncias y como mínimo la gente huiría de nuestra presencia.
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