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La “Noche de Cristal” ¿Quién fue el culpable?

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En Noviembre de 1938, un pogrom1 contra los judíos en la Alemania nazi2 representó un antes y después en la escalada hacia la Solución Final. No ha quedado muy claro quién, entre los jerarcas nazis, fue el culpable; y yo, aunque no pueda dar una absoluta certeza, creo que os acercaré un poco más a la verdad.

El Gobierno nazi se fundó siempre sobre unas bases (nacionalismo exacerbado, exaltación de la raza, rechazo de la monarquía y aristocracia…) entre las que destacó, siempre, un exagerado antisemitismo. Aunque los judíos creían ser una minoría muy asimilada en Alemania,3 siempre persistió un poso de rencor contra los judíos4 que los partidos nacionalistas –y luego los nazis- explotaron a conciencia. La leyenda de la “Puñalada por la espalda”, aunque las pruebas no la apoyaban5 fue explotada por los gobiernos conservadores, y sobre todo por los nazis tras su llegada al poder.

En el círculo íntimo de Hitler se funcionaba de una manera peculiar: se “trabajaba en la dirección del Führer6 Todos los secuaces de Hitler eran antisemitas (poco duraban los que no lo fueran), pero, en 1938, tres hombres eran los más cercanos a Hitler: Himmler, Göring y Goebbles. Los tres hombres, compitiendo por ganarse el favor del Führer, veía la “Solución Judía" de una forma diferente.

Hermann Göring, antiguo héroe de la Primera Guerra Mundial, en 1938 tenía varios cargos (Primer Ministro de Prusia, Presidente del Reichstag) pero, sobre todo, Plenipotenciario del Reich para el Plan Cuatrienal; encargado del Rearme alemán, podía bloquear, o dar paso, a casi todas de las inversiones del Ministerio de Economía o del ReischBank que se opusieran a sus órdenes. Su postura ante el problema judío era el de antisemita cínico, que nunca permitirá que el odio a los judíos estropee sus cuentas o su lujoso nivel de vida.

Joseph Goebbles es el virulento antisemita, que odia a los judíos tanto como Hitler, y como Ministro de Propaganda desearía hacer que todas las medidas contra ellos se hicieran a bombo y platillo; desearía hacer participar a todo el pueblo alemán en ello.

Heinrich Himmler era el antisemita científico;7 creía realmente en la superioridad genética de la raza aria y la necesidad de separarlos, de una u otra manera, de razas inferiores como eslavos y judíos. Como jefe en la práctica de las diferentes Policías del Reich (incluidas las SS) prefería hacerlo a la chita callando, de manera organizada y discreta.

En estas se estaba cuando, el 7/11/1938, un joven judío llamado Herschel Grynszpan disparó a un diplomático alemán, Ernst vom Rath.8. Himmler vio la oportunidad de endurecer la campaña contra los judíos.

Pero el 9/11/1938,9 murió Vom Rath, Hitler –que estaba conmemorando el aniversario del Putsch de 1923- tuvo un estallido de rabia y exclamó delante de varios jerarcas nazis “¡Dejaos de Policía! ¡Los judíos deben pagar por esto!”.

Goebbles10 vio la ocasión de adelantar a sus rivales en el favor del Führer. Por supuesto, las medidas antisemitas (salvo el exterminio) ya estaban decididas, pero Göring y Himmler preferían hacerlo de otra forma.

El hecho es que Goebbles, con autorización de Hitler, que hervía de rabia, hace un discurso “breve pero incendiario” a los presentes en el aniversario del Pustch (todos jerarcas nazis, claro) y se les anima a “actuar en defensa del Reich", lo cual sugiere que nadie se va a oponer…

Seguramente, ni Himmler ni Goering estaban de acuerdo con actuar así, cada uno por sus propias razones pero, claro, apechugaron.

Himmler emitió una orden para que los SS y policías que interviniesen en los disturbios lo hiciesen de paisano, sin uniforme. Pero, según mi opinión, su intención no era una orden perversa para que interviniesen los SS y SA sin que se notase sino que "ya que es la orden del Führer, al menos que no se note mucho que mi tropa selecta participa en esta carnicería".

Göring se puso furioso cuando comprendió el daño que se hacía a la economía alemana, y la repercusión en forma de sanciones internacionales que le podía costar a Alemania la matanza. Pero recuperó el buen humor cuando Goebbles propuso culpar a los judíos de los daños de los que ellos habían sido víctimas, imponerles una multa de mil millones de Reischmarks, aparte de reponer los daños en sus casas y negocios a sus propias costas; e incluso participó jocosamente “No me gustaría ser judío en Alemania”.

Así que, mi opinión (sometida a debate, claro): dejando claro que Hitler fue el principal responsable del genocidio nazi (aunque, el muy pillín, no solía dar órdenes escritas, y explicaré por qué en otra Tribuna) el máximo responsable de la “Kristallnacht” fue Goebbles. Lo que no quita que Himmler y Goering fueran cómplices del crimen.

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