Joer! Me gusta el picante y suelo echar a casi todos los platos que cocino una "dosis" de la típica "guindilla cayena". Digamos que tengo adicción al picante pero bajo control; si me paso con la dosis puedo sudar, lagrimear y también se me caen los mocos a veces, pero bueno, creo que está dentro de los niveles de picantes no mortales. Nunca me atrevería con estos chilis clasificados como superpicantes en la escala esa.