Por qué escucho El Ágora de Hora 25, La Base y La Mañana de Federico, y cuál es mi favorito
Todas las mañanas suelo escuchar un podcast mientras desayuno. Aparte de las sesiones de control al gobierno, los que más oigo son El Ágora de Hora 25, La Base y La Mañana de Federico, que me aportan cosas muy distintas, aunque en el caso de los dos últimos siento un regusto de intento de lavado de cerebro que les quita parte de su encanto. Pero ¿Qué tiene de bueno cada programa? Os explico:
-El Ágora de Hora 25 es lo que debe ser todo debate: Margallo, Carmen Calvo y Pablo Iglesias discuten sobre temas de actualidad. Gente que piensa distinto y tiene cosas que aportar, da sus opiniones y te permite valorarlas y decidir si estás de acuerdo con uno, con varios o con ninguno de ellos. Cuando lo escucho, siento que no estoy viendo una telepromoción del tipo "-¿Cansado de no poder sacar todo el jugo a tus naranjas cuando las exprimes? -Oh sí, es un problema que me atormenta, me muero por encontrar la solución -Con el nuevo Exprimefácil podrás aprovechar hasta la última gota -Gracias Exprimefácil, me has cambiado la vida!". Por tanto, El Ágora me aporta la excelente fuente de ideas que constituye todo debate libre (aunque admito que parcialmente viciado por el hecho de que los intervinientes defienden los discursos de sus partidos, y por ello sería aún mejor si hubiese periodistas, intelectuales o gente con ideas interesantes que no respondan a la disciplina de una formación política).
-La Base. Se parece demasiado a la telepromoción de Exprimefácil porque cuando lo escuchas es milagroso oír a alguien que discrepe lo más mínimo del discurso de Iglesias-Belarra-Montero. Los diálogos prefabricados entre Iglesias y sus dos colaboradores recuerdan demasiado a los de Exprimefácil. Pero a veces dan informaciones interesantes sobre corruptelas políticas, empresariales y judiciales que no salen en otros sitios, y eso me anima a escucharlo todos los días. Si Iglesias se atreviese a montar debates de verdad con gente que piense distinto del sector más oficialista de Podemos (como los que hacía en La Tuerka hace unos lustros) el programa sería magnifico. Porque los debates donde todo el mundo pertenece a un espectro ideológico pero representan a sus distintas sensibilidades, suelen ser aburridos. Pero los debates donde todo el mundo defiende el discurso de un concreto partido, directamente son tongo (e infumables).
-La Mañana de Federico. Aunque su discurso me da muchísimo asco, reconozco que me río mucho escuchándole insultar y vociferar, y oigo el programa estrictamente por eso: para reírme (y cuando pone a parir al sector carlista de Vox también da datos interesantes sobre ellos que no salen en otras partes). A efectos de pluralismo es todavía peor que el programa de Iglesias, pues nadie que no piense exactamente como Losantos puede participar en él (en el de Iglesias pasa algo parecido, pero alguna vez trae gente interesante como Juliana que discrepa de su pensamiento, aunque muy de uvas a peras).
Una de mis frases favoritas es aquella de "si todos piensan lo mismo es que ninguno está pensando". Nunca me fío de los grupos sectarios donde la disidencia no tiene lugar y te hablan para venderte la moto en un contexto teatral donde cada interviniente tiene ya escrito lo que va a decir y se limitan a fingir un burdo "diálogo" que en realidad es reproducción robótica de un guion para que te lo tragues. Prefiero los sitios donde dejan que gente distinta se exprese y te dan la oportunidad de explorar distintas perspectivas y elegir cuál es la tuya. Porque sólo en esos sitios te tratan como un adulto y, en puridad, te respetan. Por eso me gusta informarme con La Base pero, cuando quiero pensar, elijo El Ágora, mientras que satisfago mi lado más troll con el pequeño Federico.
