Unos okupas ponen en jaque a una comunidad de 200 vecinos

Los inquilinos de un edificio de 56 viviendas en Marín cursaron varias denuncias por daños y perjuicios ante ruidos, destrozos, intimidaciones y ‘trapicheo’ de droga desde hace 7 meses

Algunos de los vecinos del edificio de la rúa José Tasande de Marín afectados por los okupas.
Algunos de los vecinos del edificio de la rúa José Tasande de Marín afectados por los okupas. | I.L.

Los vecinos de un edificio de Marín llevan viviendo una situación "insostenible" desde el pasado mes de septiembre debido a los okupas que viven en uno de los pisos de la planta 14. Se trata de un inmueble formado por 52 viviendas y cuatro oficinas, con una comunidad vecinal de aproximadamente 200 personas, situada en la calle José Trasande, en el centro de la villa marinense.

Enrique Méndez, administrador de la comunidad de vecinos del edificio, explica que "habrá unos 15 o 20 okupas en un piso que la propietaria alquiló a una persona y esta se lo dio a otra que fue metiendo gente. No sabemos exactamente cuántos hay". Desde entonces, los vecinos aseguran que la convivencia es insostenible por las continuas peleas, ruidos de madrugada y destrozos, además de insultos y amenazas y ‘trapicheo’ constante de droga. Una de las vecinas puso una demanda por insultos y amenazas. "Como es extranjera, le llamaron negra de mierda…", explica otro de los afectados. "No son okupas, son delincuentes. Eso es un narcopiso. Nos aburrimos de llamar a la policía y ellos dicen que no pueden hacer nada", afirma otro de los inquilinos que prefiere mantener el anonimato.

La familia que vive en uno de los pisos de abajo de la vivienda ocupada afirma que "tenemos miedo porque no se les puede decir nada. Se las saben todas. Aquí por la noche no duermes. Viene la policía, tardan en abrir y callan todos la boquita, incluso alguno dice que es menor".

Enrique Méndez explica que existen más de tres denuncias de particulares por daños y perjuicios contra ellos, además de una demanda de desahucio presentada por los propietarios y una veintena de llamadas a la policía en solo siete meses. La última de ellas ocurrió el pasado miércoles debido a peleas y escándalo.

Desde la Policía Nacional de Pontevedra confirman que han acudido en varias ocasiones y el tema judicial lleva su curso, aunque es un caso que está en seguimiento. Por parte de la Policía Local de Marín también afirman que “somos perfectamente coñecedores". Los agentes acuden casi a diario y entienden la indignacion de los vecinos porque "a situación é desesperante e moi complexa" y trabajan "codo con codo co xulgado para agilizar o posible desahucio".

Por parte de la comunidad de vecinos presentarán una denuncia colectiva.

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